domingo, 29 de noviembre de 2009

Objetos animados

Una gota cae en el fondo de una taza de paredes de cerámica. Una gota que se confunde entre el agua servida anoche. Pero esta gota es diferente, viene de arriba. Puede que haya caido del calefactor, Carlos se está duchando. O quizá de la tubería, acabo de fregar los platos. Aunque aún me queda la taza de cerámica.
Situada sobre la encimera, justo al lado del tostador y del trapo de cocina, parece mirarme melancólica recordándome la noche de ayer.
Llegamos a las seis de la mañana entre risas y trompicones. Nos quitamos la ropa y la tiramos al suelo sin preocuparnos por nada. Caí rendida en el sofá y cuando abrí los ojos Carlos me ofrecía un té caliente de la taza. Sabía a limón y a canela. Su boca estaba caliente. Él había bebido antes que yo. La taza se quedo sobre la mesilla del salón observando y enfriándose mientras nosotros íbamos por el camino inverso.
La luz que entraba por el balcón me despertó. Carlos estaba tirado en la alfombra y yo estaba tapada con la manta del cuarto, que imagino él trajo para taparme.
Cogí la taza de la mesilla y ya no daba el placer de anoche. El agua estaba tibia y el té muerto en el fondo formando nubes oscuras entre el agua amarillenta por la canela, o quizá por el limón.

2 comentarios:

  1. historias gotas a gotas.
    creo que todos hemos hecho algo así alguna vez. Si los objetos hablasen...

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  2. Re: pues a mí me gusta cocinar con cebolla. En el fondo soy una drama queen, u know.

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